¿Has pensado en hacer un ahorro para la educación de tus hijos? ¿Ya has valorado las alternativas? Frente a la situación financiera problemática en la que se encuentran muchas familias y jóvenes, muchas instituciones financieras han creado seguros que garantizan en cierta medida que los jóvenes puedan continuar con sus estudios, sin importar los problemas económicos que pudieran atravesar.
Pero como todo compromiso, antes de adquirirlo debes asegurarte de estar tomando la decisión correcta e informada. La Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) invita a tener precaución a la hora de contratar un producto financiero como es un seguro educativo ya que la diferencia entre alternativas puede ser grande entre una y otra.
A continuación, te dejamos 4 puntos que debes saber antes de contratar un seguro educativo.
- Estrictos sistemas de contratación
Para autoprotección de las aseguradoras, la edad, el estado de salud del contratante y el plazo de duración son factores que pueden afectar el costo de la póliza.
Los plazos de contratación más comunes pueden ser de 15, 18 o 22 años. Por ello, debes evaluar si tu familia puede resistir el gasto, puesto que, el seguro educativo absorberá por un buen tiempo parte de tu ingreso.
- Condiciones del contrato
Si por diferentes razones personales decides cancelar la póliza, debes ser consciente de que no recibirás el total de la suma asegurada.
Para crear un patrimonio educativo mediante un seguro, tendrás que aprovechar desde la infancia hasta la adolescencia de tus hijos para ahorrar.
Elementos básicos de un seguro educativo
- Suma: Se refiere al monto establecido de la póliza y que la aseguradora liberará al termino contratado.
- Prima: Es el costo del seguro que cubrirás en el periodo pactado. En este punto tendrás que hacer un presupuesto preciso para determinar cuánto dinero necesitarás por los siguientes aspectos:
- ¿Qué universidad te gustaría y cuál es el costo total de la carrera?
- ¿Qué otros gastos tendrás que realizar una vez que tu hijo entre a la universidad (traslados, hospedajes, materiales, etcétera)?
- ¿Cuánto tiempo tienes para ahorrar antes de que tu hijo cumpla la edad para entrar a la universidad?
- ¿Tu presupuesto no sufrirá variaciones hasta que termines de cumplir con el plazo estimulado para el término de la póliza?
- ¿Tienes otros hijos que requerirán de un seguro educativo para sus estudios?
- Particularidades de un seguro educativo
Contratar un seguro educativo, en la mayoría de los casos, es más bien como adquirir un seguro de vida que te protegerá a ti y a tu beneficiario en caso de que te ocurriera un accidente o que llegases a perder la vida, con el propósito secundario de respaldar la educación de tu hijo.
Al contratarlo para niños de mayor edad, se tiene menos tiempo para acumular los fondos necesarios, por lo que las primas tienen que ser mayores para alcanzar la suma asegurada contratada.
- Los seguros educativos no tienen beneficios fiscales
Antes de comenzar a invertir para la educación de tus hijos por medio de un seguro educativo, debes saber algo que probablemente no te gustará: los rendimientos (utilidades o ganancias) que obtengas pagarán impuestos.
Diferencias del fideicomiso educativo
Un fideicomiso educativo es el instrumento jurídico que da la flexibilidad de hacer un ahorro con él propósito particular de la educación de tus hijos. Este ahorro se encuentra administrado por una institución financiera que actúa como fiduciario y que se encarga de captar, administrar, custodiar y reinvertir los recursos para beneficiar al contratante con los rendimientos generados.
A diferencia de una póliza con un extenso periodo de pago, un fideicomiso educativo tiene periodos cortos de aportación, por lo que tu presupuesto cotidiano no se verá comprometido durante mucho tiempo. Ahorrarás por solo 4 años para un plan para Preparatoria, o por 5 años para un plan para Universidad.
Cuentas con mayor flexibilidad y libertad al momento de ahorrar, pues de acuerdo con tus metas, necesidades y capacidad de inversión, se armará un plan de ahorro educativo a la medida en donde tu decidirás la periodicidad de tus aportaciones.
Por tratarse de un ahorro exclusivo para la educación, los rendimientos obtenidos por medio de un fideicomiso educativo están exentos del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de acuerdo con el Artículo. 90 de la Ley del ISR, siempre y cuando se demuestre que los estudios cuentan con validez oficial.
Además, con un fideicomiso educativo obtienes un plus de beneficios adicionales por ser cliente. Por ejemplo, llegado el momento de que tu hijo deba elegir la universidad en la que estudiará, puede acceder a una red de convenios con universidades nacionales y extranjeras, quienes ofrecen descuentos en inscripciones y colegiaturas, y mientras ese momento llega, incluso tú también puedes beneficiarte de estos descuentos para estudiar algún diplomado, especialidad o maestría en estas universidades.
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Por ello, antes de tomar una decisión, evalúa las opciones y toma decisiones acertadas que te permitan crear el mejor patrimonio posible para la educación de tus hijos.
Si te interesa conocer más y saber todos los beneficios que ofrece un fideicomiso educativo, acércate a Mexicana de Becas. Estamos listos para armar una proyección de ahorro a tu medida. ¡Contáctanos!
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