Mamá es nuestro apoyo incondicional, alguien con quien podemos contar en todo momento y nunca nos va a fallar.  No sólo nos cuidó y alimentó de pequeños; también nos educó y nos dio nuestras primeras lecciones financieras. Gracias a mamá aprendimos el valor del dinero, y si bien es cierto que en muchos hogares papá era quien llevaba el dinero a la casa, era ella quien lo administraba.

En honor a todas las mamás, queremos hacer un recuento de estas grandes lecciones financieras que aprendimos de ellas:

Reutilizar, reciclar y ahorrar

Es probable que en la escuela te haya tocado utilizar el uniforme “viejito” de tu hermano mayor, o usar el mismo libro de inglés que tu primo ya había usado anteriormente. Quizá te tocó jugar con los juguetes que dejó tu hermana o reciclar hojas para armar cuadernos nuevos; no hay duda de que mamá nos enseñó a ahorrar dándole un segundo uso a las cosas.

Apreciar el valor de las cosas y el dinero

Seguramente, cuando mamá te cachaba tirando la comida, rompiendo tus juguetes o desperdiciando las cosas, decía la frase “ !Claro, como a ti no te cuesta nada!.” Ahora que somos adultos, es que esta frase tiene sentido y entendemos que todas las cosas cuestan trabajo comprarlas, por eso las valoramos más; porque ahora son fruto de nuestro esfuerzo.

Hacer magia y estirar el dinero

Ahora que somos nosotros quienes manejamos nuestras finanzas, es que nos damos cuenta del super poder que tenía nuestra mamá para hacer rendir el dinero. Con el gasto que le daba papá, ella tenía que pagar las cuentas, la despensa, los alimentos de todo el mes, darnos nuestros pequeños gustitos cuando se lo pedíamos; y por si fuera poco siempre tenía un guardadito por cualquier cosa.

Investigar y comparar antes de comprar

Mamá nos enseñó a elegir qué comprar y escoger solo aquellos artículos que ayudaran a ahorrar en el futuro. Cuando la acompañábamos al supermercado, siempre llevaba lista en mano para comprar solo lo necesario e invertía tiempo en comparar productos tanto por calidad como por precio. Ella manejaba y sigue manejando al cien los días de oferta en los supermercados como “Miércoles de Plaza”, “Martes de Frescura” y “Julio Regalado. Todos nosotros deberíamos tener esa capacidad para no caer en ofertas innecesarias y hacer un consumo responsable.

Ahorrar por cualquier cosa

Mamá siempre nos decía: “No gastes todo tu dinero, y mejor ahorra por cualquier cosa”. En pocas palabras, lo que trataba de decirnos con esta frase, era que previniéramos. Ahora, que nos toca vivir una crisis sanitaria que provoca también una crisis financiera, entendemos perfectamente esta frase. Nos queda claro que siempre será mejor estar prevenidos ante escenarios de incertidumbre que puedan presentarse.

La educación es una inversión

Mamá nunca puso nada por encima de nuestra educación; y si bien había veces que las colegiaturas y gastos de la escuela eran estresantes, esto siempre tuvieron prioridad. Ahora que ya crecimos, y que logramos concluir nuestros estudios, entendemos la gran importancia que tiene el invertir en la educación de los hijos desde pequeños, pues podremos darles más y mejores oportunidades para su futuro profesional.

Te recomendamos: Principales dificultades a las que se enfrentará tu hijo al llegar a la universidad.

Sin quererlo, nuestras mamás se convirtieron en nuestras mejores consejeras financieras; y fueron ellas quienes nos dieron nuestras primeras lecciones sobre el dinero y cómo administrarlo. ¡Gracias mamás!

En Mexicana de Becas al igual que tú, nos importa enormemente el futuro educativo de tus hijos. Por más de 28 años hemos sido el único fideicomiso educativo en México con ventajas que otros instrumentos de ahorro no tienen. Nuestros planes de ahorro educativo te permitirán brindarle la mejor educación, sin tener que perjudicar tus finanzas familiares.  ¡Contáctanos y transforma el futuro de tus hijos!