Ahora que me convertí en mamá, me doy cuenta de todos los super poderes que se nos desarrollan al nacer nuestros hijos. Mi mamá y amigas, siempre me decían que cuando tuviera hijos entendería muchas cosas; y tenían razón.

Parece mentira, pero algo cambia en ti para siempre, y sin darte cuenta, desarrollas varias habilidades y super poderes que jamás imaginamos. Hoy, me gustaría compartirte algunos de los que adquirí al convertirme en mamá:

Oído biónico

El oído de una madre es capaz de distinguir el llanto de su bebé. Desarrollamos una agudeza auditiva que nos permite saber si nuestro pequeño está llorando por hambre, por sueño, si necesita un cambio de pañal; incluso podemos identificar si es puro capricho. Lo más increíble, es que no importa la cantidad de ruido, o si estamos dormidas, siempre escuchamos cuando nuestro bebé está llorando.

Visión de águila

¡Lo vemos todo! Vemos todo lo que hace y deja de hacer nuestro pequeño, y esto nos ayuda a entender si está feliz, enojado o triste con solo ver su carita. Y qué decir de la habilidad de encontrar a simple vista lo que alguien de nuestra familia no encuentra.

Velocidad de Flash

Cuando tenemos a nuestro pequeño, nos queda más claro que el tiempo es oro; y sin quererlo, nos volvemos más rápidas que Flash. Hacemos rendir nuestro tiempo al máximo, y somos capaces de hacer miles de actividades al mismo tiempo sin descuidar a nuestro bebé.

Super memoria

Como mamás, desarrollamos una memoria envidiable; podemos recordar varias cosas al instante. Recordamos cuál fue la primera palabra de nuestro pequeño y exactamente qué día la dijo. Incluso, nos sabemos de memoria sus canciones favoritas.

El poder de hacer magia con el dinero

Desarrollamos la habilidad de hacer rendir el dinero, y nos volvemos expertas en administrar cada centavo que entra a la casa.  Somos más analíticas en las compras y siempre evaluamos calidad y precio. Nos volvemos más precavidas y planeadoras; nos queda claro que siempre es mejor estar preparadas económicamente ante cualquier situación imprevista que pudiera presentarse, y por eso siempre tenemos un ahorro seguro.

Para concluir, me gustaría decir que sin pensarlo ni quererlo, desarrollamos estos super poderes que nos hacen más fuertes para nuestros hijos. Ellos se vuelven lo más importante en nuestras vidas y siempre buscaremos darles lo mejor; y si bien no somos perfectas, estas y otras habilidades nos ayudan a protegerlos.

¡Por cierto! Aprovecho para platicarte rápidamente que lo mejor que podemos hacer para proteger el futuro de nuestros hijos, es invertir en su educación. Al hacerlo desde que son pequeños, les estamos dando el mejor regalo de todos; pues esto les dará mayores y mejores oportunidades de desarrollo para su vida profesional. Si te interesa este tema, te recomiendo leer este artículo:  Estás en el momento ideal para planear el futuro educativo de tus hijos.