A partir de los 6 años, los niños empiezan a guiarse más por la razón y su imaginación. Además, comienzan a desarrollar su sentido de los valores y la moralidad, mientras que su interés por pertenecer y participar en grupos con sus compañeros aumenta significativamente.
Este es un momento clave en su crecimiento, y es importante ofrecerles actividades que promuevan el desarrollo de estas nuevas habilidades. Con esto en mente, queremos compartir contigo dos tipos de actividades que pueden ser de gran valor y utilidad para tu hijo.
Deportes de equipo:
En esta etapa, la socialización se vuelve clave en la vida de los niños, y practicar deportes en equipo puede ser una excelente manera de apoyar su desarrollo.
Además de proporcionar oportunidades para mover el cuerpo, fortalecer músculos y mejorar la coordinación, los deportes en equipo les enseñan habilidades sociales importantes, como trabajar en colaboración, resolver conflictos y respetar las reglas.
Participar en deportes como fútbol, baloncesto o voleibol no solo les ayuda a perfeccionar sus movimientos físicos, sino también a desarrollar su capacidad de convivir con otros y aprender a colaborar para lograr objetivos comunes. Estas experiencias son fundamentales para fomentar el sentido de pertenencia y el trabajo en equipo.
Manualidades y arte textil:
Las manualidades y el arte textil pueden ser muy enriquecedoras para los niños en esta etapa. Dependiendo de sus intereses y la disposiciónde un adulto para guiarlos, pueden zaprender habilidades como tejer, hacer crochet, utilizar el telar, practicar origami, bordar, o explorar cualquier otra forma de arte que despierte su curiosidad.
Es recomendable que un adulto les muestre los pasos iniciales usando más las manos que las palabras, ya que el aprendizaje visual suele ser más efectivo (también puedes recurrir a tutoriales en línea). Una vez que entiendan los conceptos básicos, estas actividades pueden convertirse en trabajos independientes, fomentando la autonomía.
Estas manualidades no solo refuerzan la coordinación motora fina y la concentración, sino que también enseñan a los niños el valor del esfuerzo y la planificación a largo plazo.
Al evitar la gratificación instantánea, que es tan común en el mundo digital actual, los niños aprenden a ser pacientes y perseverantes.
Durante los años entre los 6 y los 12, las actividades físicas y creativas no solo ayudan a los niños a fortalecer su cuerpo, sino también a desarrollar habilidades sociales, cognitivas y emocionales. Los deportes en equipo fomentan la cooperación y el sentido de pertenencia, mientras que las manualidades y el arte textil promueven la concentración, la paciencia y la creatividad.
Explorar diferentes opciones con tu hijo puede ayudarte a descubrir qué actividades lo motivan más y le permiten expresarse.
Al final, lo más importante es acompañarlos en su crecimiento, dándoles herramientas para convertirse en personas independientes, seguras y capaces.
¡Cuéntanos en los comentarios qué actividades has intentado con tus hijos y cómo fue su experiencia!
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