¿Cómo es la primera escena con la que sueñas sobre tu hijo graduándose? ¿Tal vez recibiendo su título en medio de vítores y aplausos? O ¿celebrando juntos con un brindis por este gran logro? Sea como sea que sueñes ese momento, no tiene que ser solo eso, un sueño.
Para que este sueño ocurra, puedes empezar desde ahora, invirtiendo y construyendo, pilar a pilar, un fondo que te permita financiar la educación de tus hijos en un futuro. No lo tomes a la ligera, ¿sabías que para el año 2018 solo el 23% de los jóvenes completó su educación superior? Por ello, es importante que continúes leyendo este blog que te dará una breve guía sobre lo que necesitas saber de una inversión para la educación de tus hijos.
¿Por qué empezar a invertir cuanto antes?
Generalmente, contar con educación superior conduce a mejores resultados en el mercado laboral. De acuerdo con la OCDE, los trabajadores con educación superior en México disfrutan de una prima doble en sus ingresos sobre aquellos que solo cuentan con educación media superior.
Además:
- Los proteges de la discriminación laboral: Existen empresas que rechazan en primera instancia a quien no cuenta con estudios superiores o que realizaron su carrera en una universidad de poco reconocimiento, incluso aunque se trate de personas con aptitudes y habilidades potenciales.
- Reduces la carga económica para tu “yo” del futuro: Al comenzar una inversión desde la edad temprana de tu pequeño, cuando crezca y llegue el momento de la universidad, ni tú ni él se verán preocupados por pagar los gastos relacionados por sus estudios: colegiaturas, materiales, libros, dispositivos electrónicos, prácticas, viajes, etc.
¿Qué necesitas para comenzar?
Descuida, una inversión educativa no es nada del otro mundo, y menos cuando se trata de un fideicomiso educativo. Te invitamos a leer los siguientes puntos:
- Analiza tu situación financiera:
Lo ideal siempre es comenzar desde que tus hijos acaban de nacer. No obstante, si tu hijo ya es un niño mayor, determina cuántos años te quedan para ahorrar desde este momento hasta que entre a la universidad y así calcula cuál es el ahorro que podrías realizar.
- Define una meta y elabora un presupuesto:
Determina cuánto puedes ahorrar, durante cuánto tiempo y el monto. Incluye este rubro en tu presupuesto. Se realista, no establezcas metas imposibles de cumplir o que limiten los gastos esenciales de la familia.
- Elige un instrumento financiero:
Cuando no contamos con un instrumento de ahorro formal, es muy fácil que caigamos en la tentación de tomar dinero del ahorro deliberadamente. Sin embargo, tenemos que ser muy cuidadosos para ver en manos de quién ponemos nuestro dinero. Para elegir el instrumento adecuado, primero pregúntate ¿es una empresa confiable? ¿cómo administran el dinero de los contratantes? ¿me entregará mi dinero con rendimientos y oportunamente?
- Manos a la obra:
En este punto tendrás la información que necesitas para comenzar a ahorrar para la educación de tus hijos. ¡No retrases lo inevitable, actúa cuanto antes!
Si te interesa conocer más y saber todos los beneficios que tendrás al contratar una solución temprana de ahorro para la universidad de tus hijos, ¡contáctanos! y comienza a planificar el ahorro para la educación de tus hijos hoy mismo. ¡Será todo un respiro para ti y tú familia!
En Mexicana de Becas al igual que a ti, nos importa enormemente el futuro educativo de tus hijos. Por más de 29 años hemos sido el único fideicomiso educativo abierto en México con ventajas que otros instrumentos de ahorro no tienen.
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