¿Cuántas veces hemos escuchado en la vida la frase “de los errores se aprende”? Aquí, la verdadera pregunta que debemos hacernos a nivel personal es: ¿de verdad aprendemos?

Se dice que existen varias formas de aprender:

• Escuchando: Cuando alguien cercano a nosotros nos cuenta los resultados de sus decisiones, ya sean buenas o malas, para que aprendamos de ellas.
• Observando: Cuando vemos en alguien más, podemos aprender qué acciones le funcionan y cuáles no.
• Experimentando: A veces no nos basta con ver y escuchar de los demás para aprender que las decisiones que tomamos nos pueden perjudicar, y es hasta que experimentamos en carne propia cuando aprendemos importantes lecciones de vida.

Lo interesante aquí es preguntarnos ¿por qué esperarnos a enfrentar en nuestra vida las consecuencias de una mala decisión?

La emergencia sanitaria que estamos viviendo, nos ha demostrado nuevamente que, en la vida, existen situaciones imprevistas que pueden alterar nuestras finanzas personales y que pueden poner en riesgo nuestra estabilidad familiar. Hemos visto cómo muchas personas están pasando por una situación financiera complicada, pues no contaban con instrumentos de prevención como un fondo de emergencia, un seguro de vida o un seguro de gastos médicos mayores.

Hablando específicamente del tema de prever el futuro educativo de los hijos, en México son muchas las familias que no anticipan un presupuesto para la educación de sus hijos, lo que, a su vez, les trae bastantes problemas cuando estos entran a la universidad por dos razones principales.

Por un lado, al no contar con los recursos suficiente para pagar sus estudios universitarios, los hijos se ven en la necesidad de buscar un empleo al tiempo que están cursando sus estudios, lo que provoca que descuiden su aprendizaje e incluso en ocasiones pueden llegar a desertar.

De hecho, de acuerdo con el estudio “El Valor de la Educación” publicado por HSBC, más de 9 de cada 10 (92%) de los estudiantes encuestados para dicho estudio, trabajan mientras estudian, y para la mayoría (65%) es por necesidad financiera.

Por otro lado, a veces los padres por evitar que sus hijos tengan que trabajar, se ven en la necesidad de solicitar préstamos que les llevará mucho tiempo liquidar, o a su vez tener que trabajar horas extras y sacrificar días de descanso.

De acuerdo con el estudio antes mencionado, los sacrificios personales son comunes entre los padres que financian la educación universitaria de sus hijos.

Lamentablemente, el COVID-19 ha dejado en la humanidad entera heridas irreparables y nos ha hecho nuevamente conscientes de que nuestras circunstancias pudiesen cambiar en cualquier momento con una enfermedad que nos limite, un accidente que nos incapacite para trabajar, perder nuestro empleo o incluso la muerte. Cualquiera de estos acontecimientos puede alterar nuestra estabilidad familiar y poner en riesgo el futuro económico de nuestras familias.

Por todo lo anterior, siempre será una buena idea anticiparse a escenarios de incertidumbre; y contar con herramientas e instrumentos financieros que nos ayuden a proteger nuestro patrimonio y el de nuestra familia.

Te recomendamos leer: 5 instrumentos financieros para proteger tu estabilidad familiar.

Desde Mexicana de Becas, queremos decirte que ahorrar e invertir para la educación de tus hijos, siempre será una excelente decisión. Hemos sido testigos de como miles de padres de familia se han dado cuenta que es mejor “prevenir que lamentar”. En 28 años de experiencia, se han beneficiado a 20,644 jóvenes con inversión de sus padres, incluso muchos de ellos han tenido la oportunidad de estudiar en el extranjero.

No dudes en que cualquier acción que tomes con miras al futuro, puede beneficiarte. No esperes a que algo malo pase para darte cuenta de que lo mejor es anticiparte. Nosotros estamos listos para explicarte como funciona nuestro fideicomiso educativo. Si tienes dudas, nuestros asesores pueden ayudarte a resolverlas. ¡Contáctanos!